Ante la nueva ola de casos de Covid-19 confirmados este mes de enero en nuestro país, se ha demostrado que no existe convivencia posible con este virus.

Los últimos datos de contagiados sitúan a España con una incidencia que supera el umbral de los 400 casos por cada 100.000 habitantes, concretamente 454 casos. Dejando los datos de este último fin de semana un aumento vertiginoso ya advertido por las autoridades sanitarias.

Cada vez son más las comunidades Autónomas que se han visto obligadas a tomar medidas restrictivas debido a los últimos datos. Extremadura es una de ellas, pues se ha alcanzado el mayor número de incidencia acumulada de todo el país, con más de 1.000 casos, o las Islas Baleares, donde se ha prohibido a partir del miércoles 13 de enero en Ibiza y Mallorca las reuniones sociales con no convivientes.

Por otro lado, el número de reproducción básico instantáneo (RT), el cual se traduce como número promedio de casos secundarios que cada persona infectada puede llegar a infectar en un determinado tiempo, es ahora mismo en España del 1,1, siendo Castilla y León, con un 1,51, y La Rioja, con 1,41, las regiones con mayor RT.

Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria de la OMS, asegura que: “No existe convivencia posible y armónica con el virus”,  a lo que añade, “Es una guerra activa, la COVID-19 no deja de contagiarse por más que haya festejos navideños, vacaciones o veranos” y “la única forma de convivir con él es haciendo uso de la mascarilla, respetando la distancia de seguridad adecuada, limitando la movilidad y reduciendo reuniones” .

Pese a las advertencias desde los meses pasados sobre lo que pasaría si no se tomaban las medidas adecuadas durante las fechas de Navidad, nos encontramos ante una tercera ola del virus. Muchos expertos epidemiólogos ven la solución ante esta en un nuevo confinamiento domiciliario que, de momento, el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, descarta rotundamente.

Confinamiento domiciliario o no, ya hay más de 17.600 enfermos de Covid-19 ingresados, lo que supone casi un 65% más que en Navidad, y un crecimiento del 39% desde el 24 de diciembre. Estos datos hablan por sí solos y prevén un colapso hospitalario, como el ya vivido en marzo o en noviembre, cuando los picos de la pandemia alcanzaron sus momentos más álgidos.