La astenia primaveral la sufren según los expertos la casi la mitad de la población, ya sea en menor o en mayor intensidad. Algunos estudios demuestran que la sufren más las mujeres en la franja de edad de los 30 a los 50 años.

Esta provoca diversos síntomas debido a que se trata de un proceso o respuesta de adaptación por parte de nuestro cuerpoal cambio de luz, temperatura y horarios a los que nos vemos expuestos en esta época.

En cuanto a los síntomas, estos pueden ser el cansancio perpetuado, problemas en la concentración, falta de apetito o cambios en este, trastornos en el sueño, irritabilidad o cambios de humor bruscos y frecuentes, dolor de cabeza frecuente e intenso, tristeza sin razón, falta del apetito sexual, entre otros.

En el caso de que duren más de 2-3 semanas sería más adecuado y necesario acudir al médico para que descarte otros problemas, como anemia o depresión.

Hay que tener muy en cuenta, que cuando nos referimos a este término, no nos referimos a un diagnóstico médico ni a una existencia de evidencia científica que demuestre su relación estricta con la primavera.

“A veces no nos tomamos en serio los cambios estacionales que pueden estar acompañados de variaciones ambientales, físicas y climáticas. Es importante tenerlos en cuenta porque nuestro cuerpo necesita adaptar sus sistemas a ellos provocando que haga un gasto excesivo de energía”, afirma Rubén Bravo, naturópata experto en Nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

Como no es una enfermedad, la astenia primaveral no cuenta con un tratamiento específico, aunque si hay diferentes formas de minimizar o prevenir los síntomas que produce, entre ellas puedes encontrar:

  • Llevar una buena alimentación rica en vitaminas y minerales, que sea variada y equilibrada. Además, se debe reducir el consumo de grasas e hidratos de carbono y aumentar la ingesta de frutas y verduras.
  • Regular el horario o rutina diaria de alimentación. Procurar realizar cinco comidas al día sin que transcurran más de cuatro horas entre ellas.
  • Cena más ligero. Así la digestión se realizará mejor y no ocasionará problemas en tus horas de sueño.
  • Mantenerse hidratado. Beber agua, caldos, infusiones, etc.
  • No abusar de la cafeína, ya que aumenta el nerviosismo y dificulta el descanso.
  • Cuidar la actividad física, no dejes que la pereza o la apatía puedan contigo y procura hacer deporte o mantenerte activo durante el día. Esto es el mejor antídoto contra el cansancio.