La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que aparece en el rostro y el cuerpo. Se caracteriza por anomalías y daños en la piel de personas que padecen la enfermedad.

Se trata del proceso inflamatorio de la piel, que se caracteriza por un intenso picor y sequedad cutánea, que presenta una evolución crónica y aparece en forma de estallidos. Puede ocurrir en sujetos de todas las edades, pero es más común en niños. El 50% de los casos se diagnostican en el primer año de vida.

Los expertos suelen considerar la existencia de dos o más de los siguientes factores para realizar un diagnóstico:

  • Antecedentes personales o familiares de enfermedades atópicas.
  • Reactividad inmediata a las pruebas cutáneas.
  • Dermografismo blanco o blanqueamiento tardío a agentes colinérgicos.
  • Cataratas subcapsulares anterior o posterior.

Existen diversos tipos de dermatitis atópica:

  1. Del lactante
  2. Infantil
  3. Del adulto

Además, pueden tener en cuenta que tengan cuatro o más de las siguientes características:

  • Palmas con xerosis, histiosis o hiperlineales.
  • Pitiriasis alba.
  • Queratosis pilaris.
  • Oscurecimiento infraorbitario/palidez facial.
  • Pliegues infraorbitarios de Dennie-Morgan.
  • Aumento de la IgE sérica.
  • Tendencia a dermatitis inespecífica de las manos.
  • Propensión a infecciones cutáneas repetidas.

En cuanto a sus síntomas más comunes se encuentran:

  • Eritema o rojez
  • Aparición de secreción sobre los eccemas
  • Descamación
  • Creación de costras
  • Picor muy intenso