El esfuerzo de los profesionales sustenta la excelencia frente a la incertidumbre en la medicina.

“Con crisis o sin crisis, ex consejeros de Salud y Sanidad de Cataluña, Madrid, Murcia, La Rioja, Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco e Islas Canarias han coincidido al afirmar, en una jornada organizada por Novartis y la Fundación Bamberg, que la excelencia del sistema sanitario se sustenta fundamentalmente con el esfuerzo de sus profesionales” (prensa medica).

Efectivamente, es con el tesón y responsabilidad que los profesionales del sistema sanitario que se ha podido seguir tratando a los pacientes con el mismo nivel de calidad a pesar de las circunstancias.
Además, en un sistema sanitario público que presenta un déficit acumulado en España de 15.000 millones de euros (2017) con todo lo que ello condiciona, y que pese a los diferentes planteamientos de los gobiernos sucesivos no se ha podido modificar.
Pero hay que precisar que el esfuerzo de los profesionales en el ejercicio de su labor a la que hacen mención los consejeros de Salud y Sanidad, no está exento de riesgos e incertidumbres. La excelencia o su hermano menor la experiencia no son ningún antídoto ni pócima milagrosa para que el sistema sanitario este “vacunado” contra cualquier amenaza. Las cosas ocurren por algo, aunque lo ignoremos.

Hay riesgos, que a menudo no se ven porque no se es siempre capaz de prever con certeza el resultado de alguna alternativa. Es el caso de la gestión y administración tanto de hospitales como de la atención primaria, a que nos tienen sometidos periódicamente los diferentes gobiernos de cada Comunidad Autónoma. Casi siempre con la misma serenata, es decir: con los mismos recursos obtener mejores resultados.

Mientras, la incertidumbre es más inherente a la medicina, pues el medico no siempre dispone de la información suficiente para determinar el mejor diagnóstico o tratamiento. Se puede decir que cuando se llega a una conclusión médica es por la limitación del conocimiento actual, del equipamiento o de ambas cosas a la vez. La medicina no es una ciencia exacta y está sometida a numerosos avatares que la experiencia individual intenta paliar.

Ambos, riesgo e incertidumbre, son dos conceptos, ampliamente conocidos y tratados en el mundo empresarial que no hay que banalizar y, que lógicamente, se dan también en cualquier sistema sanitario condicionándolos.
Con crisis o sin crisis, las organizaciones existen para que sus miembros alcancen metas que individualmente no podrían lograr. Pero estas, a su vez están sujetas a una compleja combinación de procesos, tecnología e interacciones que no excluye el inevitable riesgo de acontecimientos adversos ocultos.

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