Seguimos con los datos expuestos por Medscape sobre los datos de mortalidad por cáncer en los Estados Unidos.

Para todos los cánceres combinados, la tasa de supervivencia relativa a 5 años entre 2009 y 2015 fue de 67%. Para todas las etapas combinadas del cáncer, la supervivencia es más alta para el cáncer de próstata (98%), melanoma de la piel (92%) y cáncer de mama femenino (90%) y más baja para los cánceres de páncreas (9%), hígado (18%), pulmón (19%) y esófago (20%).

Sin embargo, los índices de supervivencia siguen siendo más bajos para los pacientes de color que para los blancos para cada tipo de cáncer, con la excepción del cáncer de riñón y de páncreas, para los cuales son iguales. Los investigadores agregan que la población afroamericana también tiene menores probabilidades de supervivencia específicas para la mayoría de los cánceres. Después de ajustar el sexo, la edad y la etapa en el diagnóstico, “el riesgo relativo de muerte después de un diagnóstico de cáncer es un 33% más alto en los pacientes negros que en los blancos”, señalan. La discrepancia en las tasas de supervivencia es aún mayor entre los blancos y los indios americanos/nativos de Alaska, entre los cuales el riesgo de mortalidad por cáncer es 51% más alto que en los pacientes blancos.

Los autores señalan que las tasas de supervivencia después de un diagnóstico de cáncer han mejorado en gran medida desde mediados de la década de 1970 para la mayoría de los cánceres comunes, excepto el cáncer de cuello uterino y el de útero, para los cuales no ha habido grandes avances en el tratamiento de la enfermedad recurrente o metastásica.

Los investigadores también señalan que la aparición del cáncer y los resultados de los pacientes varían considerablemente entre los grupos raciales y étnicos, un reflejo de las desigualdades en la riqueza y las barreras para la prevención, detección y tratamiento del cáncer de alta calidad.