El cáncer de próstata es la segunda neoplasia más frecuente en los varones, y su detección se realiza en un alto porcentaje de casos de forma localizada en hombres con menos de 60 años de edad.
El tratamiento de estas personas con un perfil “joven”, muchos de ellos en edad laboral con plena actividad y sin problemas miccionales relevantes, precisan de soluciones minimalistas y resolutivas.
Es en el cáncer localizado donde la crioterapia puede constituir en estos enfermos la estrategia óptima, al tratar selectivamente el foco canceroso localizado con las coordenadas proporcionadas previamente con la resonancia magnética.
La toxicidad del frío ha demostrado ser una excelente opción terapéutica en el cáncer localizado de la glándula prostática al reunir varias ventajas para el paciente: mini-invasivo, eficaz, con un riesgo quirúrgico muy bajo.
La técnica, además, presenta el valor añadido de no precisar u.v.i ni transfusión, gozar de una baja tasa de complicaciones, estancia de 24 horas y es factible en pacientes con desordenes de coagulación y con cardiopatías.
La crioterapia prostática es un tratamiento mínimamente invasivo del cáncer focal de próstata, que proporciona una seguridad oncológica equivalente a la prostatectomía radical o radioterapia con toxicidad reducida y mejores resultados funcionales. Añadir, que en los canceres unilaterales unifocales es posible evitar la temida impotencia, y un detalle muy importante, la técnica se puede repetir ante un posible fracaso inicial.