Al ser la Covid 19 un virus compuesto de ARN, las posibilidades de mutación son rápidas y fáciles. Uno de los temas que genera gran variedad de cuestiones acerca de cómo son o serían las mutaciones y posibles variaciones que el SARS-CoV-2 haya podido tener en esta pandemia mundial.

Las mutaciones en el SARS-CoV-2 son comunes: se han detectado más de 4.000 mutaciones solo en la glucoproteína de pico, según el COVID-19 Genomics UK Consortium.

Hace una semana apareció la noticia de que una nueva cepa del SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la covid-19, denominada UI-202012/01 se propagaba con gran rapidez en el Reino Unido, desde octubre de 2020, según una muestra tomada.

Las alarmas se han encendido debido a que esta nueva variante es casi un 70% más contagiosa. Es probable que esta haya surgido por una situación de presión selectiva sobre el virus, en el que se ha visto forzado a la generación y acumulación de mutaciones.

Todavía se desconoce a ciencia cierta su origen y si realmente se ha producido en el Reino Unico o no.

Por otro lado, pese a que puede que sea más contagioso, no hay indicios de que las vacunas ya creadas vayan a perder eficacia contra esta nueva variable. Además la responsable técnica de la gestión de la pandemia de COVID-19 en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kerkhove, ha declarado que “hasta ahora no hay pruebas” de que la nueva cepa del virus de COVID-19 que se ha detectado “se esté comportando de manera diferente”.