Como hemos comprobado, a lo largo de la pandemia han ido surgiendo incógnitas que se han resuelto en tiempo real debido a la poca información que se tenía al principio. Una de ellas es el uso de la doble mascarilla, ¿Necesaria y eficaz o no?

En un principio y con la ausencia de mascarillas suficientes para toda la población, la recomendación fue el lavado de manos con gel hidroalcohólico y mantener la distancia de seguridad con las personas.

A las pocas semanas y en pleno confinamiento nacional, se constató la obligatoriedad del uso de mascarillas en lugares más arriesgados, como espacios cerrados, y sólo si no podías mantener la distancia de seguridad conveniente con las personas de tu alrededor.

Con las últimas investigaciones sobre ello se ha demostrado que llevar una doble mascarilla sí es más eficaz, ya que las capas filtran los aerosoles y las gotas que emitan las personas infectadas, por lo que llevar más de una capa es una opción adecuada. Por ejemplo, si una capa retiene un 50 % de las partículas, agregar una segunda capa lo hará hasta en un 75 %.

Por otro lado, además de las capas, es muy importante un ajuste adecuado de las mascarillas. Según declaraciones de la experta Linsey Marr, “Una buena filtración evita que pasen tantas partículas como sea posible, y un buen ajuste significa que no hay fugas alrededor de los bordes de la máscara, a través de las cuales pueden pasar el aire y, por lo tanto, los virus”.

Como advertencia por todo ello, se debe aplicar una FFP2 y sobre esta la quirúrgica, por que de otra manera puede empeorar el ajuste y reducir la eficacia de las dos capas. Además, esto sirve para dar más vida a la FFP2 en espacios con más riesgo de contagio como el transporte público.