La mitad de la población a partir de los 30 años sufre de hemorroides en algún momento de su vida.

Las estructuras vasculares del canal anal se conocen como hemorroides cuando se dilatan por congestión. Es un problema común de nuestros días debido a los hábitos de vida de la población. Pero tienen solución.

Su diagnóstico es sencillo, la mayoría de las veces con su simple visualización es suficiente. Pero lo cierto es que los especialistas (los cirujanos pediátricos) aconsejan hacer un estudio completo, donde se incluyan, además del examen visual, el tacto rectal, una anoscopia y una rectoscopia.

Es fácil que un paciente con hemorroides acuda al médico puesto que los síntomas son evidentes y significativos. Sangrado, picor y dolor intenso. No son molestias que se puedan obviar, y por tanto, los pacientes acuden tarde o temprano. Cuanto antes se diagnostiquen, antes se podrá poner solución y, ésta, será más fácil.

Además de para solucionar el problema hemorroidal, es bueno acudir al médico cuando aparecen estos síntomas, para descartar, cuanto antes, el cáncer de recto, que tiene una sintomatología parecida. De hecho, es lo primero que hacen los especialistas cuando acuden a su consulta por estos motivos.

Algo más del 60% de los pacientes son tratados con medicación. Eso y algunos cambios en sus hábitos de vida suelen ser suficiente para mejorar sus situación. El resto, los de grado 2 en adelante, requieren de cirugía. Hoy en día, la tecnología láser ha conseguido un salto importante para este tipo de intervenciones. Antes, la recuperación era larga y dolorosa. Interviniendo con láseres de gran potencia y precisión esto ya no es así, y los pacientes pueden hacer vida normal a los 2 o 3 días.

En lo que convergen todos los especialistas es en el tipo de dieta que se debe llevar a cabo para prevenir la aparición de las hemorroides, basada en fibra y agua, y evitando el alcohol, picantes, grasas y sales en cantidades abusivas.

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